<p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">Cuando recib&iacute; la invitaci&oacute;n de la Universidad Paul-Val&eacute;ry de Montpellier para participar en la <i>Semana de la Memoria Democr&aacute;tica de Agde</i> -que se celebr&oacute; en <i>la perla negra del Mediterr&aacute;neo</i> (Agde) en marzo de 2019, con ocasi&oacute;n del &ldquo;80&ordm; Aniversario del Exilio Pol&iacute;tico Espa&ntilde;ol en Francia&rdquo;-, no era apenas consciente de la gigantesca magnitud cualitativa y cuantitativa del fen&oacute;meno hist&oacute;rico y sociol&oacute;gico que iba a abordar. Desde entonces, a trav&eacute;s del trabajo de campo que venimos realizando sobre el legado, la integraci&oacute;n y la memoria de los descendientes del masivo exilio republicano espa&ntilde;ol en Francia hemos descubierto un universo social y cultural inmenso, de dimensiones pr&aacute;cticamente inabarcables, el de los herederos del exilio, su integraci&oacute;n social y su trabajo de recuperaci&oacute;n de la memoria individual, familiar y colectiva. </span></span></span></span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; En primer lugar, hay que tener en cuenta que, en menos de dos semanas, los &uacute;ltimos d&iacute;as de enero y primeros del mes de febrero de 1939, se vieron obligados a refugiarse en el pa&iacute;s vecino del Norte en torno a medio mill&oacute;n de personas, en uno de los m&aacute;s terribles episodios de la Historia de Europa Occidental conocido como la <i>Retirada</i>. El grav&iacute;simo problema hist&oacute;rico de los refugiados republicanos -llamado tambi&eacute;n por la prensa de la &eacute;poca como el <i>problema espa&ntilde;ol</i>- tiene su inicio, por tanto, en la &uacute;ltima semana de enero y las dos primeras de febrero, entre el 26 de enero y 10 de febrero de 1939.</span></span></span> <span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">Para dar una idea precisa de su escala, en marzo de 1939, 264.000 refugiados sobrevivieron en los numerosos campos de internamiento improvisados en las playas del Departamento de los Pirineos Orientales, cuya poblaci&oacute;n ascend&iacute;a entonces apenas a unas 240.000 personas. En esta reflexi&oacute;n se presenta el estado de la cuesti&oacute;n y las nuevas l&iacute;neas de trabajo que estamos investigando sobre esta problem&aacute;tica hist&oacute;rica. </span></span></span></span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; As&iacute; pues, al terminar la Guerra de Espa&ntilde;a, se produjo una di&aacute;spora hacia el Norte de los Pirineos de enormes dimensiones. Una riada humana multiforme, integrada por grupos sociales diversos, de procedencia diferente, su n&uacute;mero alcanz&oacute; la cifra de en torno a quinientas mil personas, como han evidenciado los estudios de demograf&iacute;a hist&oacute;rica, ya cl&aacute;sicos, de Javier Rubio, Josefina Cuesta y Benito Bermejo. Sobre un fen&oacute;meno tan importante como el exilio de la Guerra de Espa&ntilde;a -sin duda el m&aacute;s importante de la reciente historia espa&ntilde;ola- siempre habr&aacute; algo nuevo que decir; cada generaci&oacute;n tendr&aacute; su visi&oacute;n del fen&oacute;meno, y por tanto una interpretaci&oacute;n propia del mismo. Adem&aacute;s, la valoraci&oacute;n de una emigraci&oacute;n debe hacerse desde dos puntos de vista: el del pa&iacute;s de origen, que debe determinar hasta qu&eacute; punto represent&oacute; una p&eacute;rdida irreparable de capital humano, as&iacute; como el del pa&iacute;s de asilo, que debe descubrir en qu&eacute; sentido la recepci&oacute;n de los emigrantes favoreci&oacute; a su desarrollo cultural, social y pol&iacute;tico. </span></span></span></span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; En este proyecto de investigaci&oacute;n se pretende abordar esta cuesti&oacute;n desde una perspectiva transnacional y claramente innovadora, a partir del uso de las nuevas tecnolog&iacute;as de la informaci&oacute;n, de t&eacute;cnicas estad&iacute;sticas avanzadas para el an&aacute;lisis y tratamiento de la informaci&oacute;n hist&oacute;rica, as&iacute; como el uso de nuevas narrativas, con formatos novedosos para su transferencia social a trav&eacute;s de la web, v&iacute;deo y podcast, centr&aacute;ndonos en la audiencia m&aacute;s joven y en sus nuevas formas de consumo. Todo ello redundar&aacute; en su aplicabilidad mediante el uso de unos lenguajes diferentes, acordes con las nuevas demandas y soportes asociados a las exigencias comunicativas de la sociedad del conocimiento y de la formaci&oacute;n actual: la nueva sociedad del aprendizaje permanente. Al respecto, lo m&aacute;s laborioso ser&aacute; el proceso de incorporar historias y entrevistas personales de emigrantes espa&ntilde;oles y sus descendientes. Estos relatos pueden abarcar las dificultades iniciales, la nostalgia, el proceso de integraci&oacute;n y el &eacute;xito final en la sociedad francesa.</span></span></span></span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; El problema hist&oacute;rico del exilio pol&iacute;tico y de los refugiados de la Guerra de Espa&ntilde;a es una cuesti&oacute;n del presente que se explica a partir de datos masivos, extra&iacute;dos del ayer m&aacute;s cercano y vivo. De esta enorme migraci&oacute;n, aproximadamente el cincuenta por cien retorn&oacute; a Espa&ntilde;a, de forma m&aacute;s o menos inmediata, otra mitad poblar&iacute;a las cifras del exilio. Al mismo tiempo, unos veinte o treinta mil recalaron en M&eacute;xico y otros pa&iacute;ses de la Am&eacute;rica de lengua espa&ntilde;ola. Cerca de doscientas mil personas -integrantes de la denominada <i>primera generaci&oacute;n del exilio</i>- quedaron en Francia y se asentaron de forma permanente. Sobre todo, en las regiones o grandes &aacute;reas metropolitanas de Burdeos, Toulouse, Marsella y Montpellier, as&iacute; como, por supuesto, Par&iacute;s. Ya existe tambi&eacute;n una <i>cuarta generaci&oacute;n</i> en la actualidad, objeto privilegiado de nuestro proyecto. Pero tampoco podemos olvidarnos del caso de los cientos de marinos y pilotos republicanos que acabaron internados en el Gulag sovi&eacute;tico. En todos estos casos, hemos podido observar un fen&oacute;meno hist&oacute;rico y memorialista muy llamativo y singular. Tras el silencio forzado, traum&aacute;tico -y quiz&aacute; lenitivo- de la primera y segunda generaciones del exilio y de los campos de concentraci&oacute;n, los nietos y bisnietos se est&aacute;n organizando, gracias a las redes sociales e Internet, para compartir experiencias y buscar respuestas acerca de una largu&iacute;sima serie de episodios biogr&aacute;ficos muy diversos, poco conocidos y de los que apenas existen fuentes documentales. Es evidente que se trata de crear n&uacute;cleos de solidaridad e identidad compartida, ante el vac&iacute;o que sent&iacute;an por la falta de transmisi&oacute;n oral o documental por parte de sus padres y abuelos. Nos ha sorprendido tambi&eacute;n que esta b&uacute;squeda de una identidad perdida afecte a un grupo social tan numeroso y variado, tanto en Francia como en Espa&ntilde;a. Este trabajo de investigaci&oacute;n ha dado lugar a una base de datos con m&aacute;s de dos mil biograf&iacute;as, cientos de datos de asociaciones y centenares de publicaciones -art&iacute;culos y libros- y de fuentes documentales y archiv&iacute;sticas.</span></span></span></span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; En t&eacute;rminos desagregados, de esta enorme legi&oacute;n de exiliados, la inmensa mayor&iacute;a, m&aacute;s de cuatrocientas ochenta mil personas, abandonaron Espa&ntilde;a tras la ca&iacute;da de Catalu&ntilde;a. Otras treinta-cuarenta mil consiguieron salir de la zona centro sur despu&eacute;s de la derrota final, tras m&uacute;ltiples peripecias. Una parte de estos &uacute;ltimos quedaron localizados en &Aacute;frica del Norte, fundamentalmente en Argelia y T&uacute;nez y m&aacute;s concretamente en el Oranesado argelino, donde ya exist&iacute;an colonias de emigrantes econ&oacute;micos espa&ntilde;oles desde finales del siglo XIX, como han mostrado los trabajos de Juan Bautista Vilar.</span></span></span></span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; El exilio espa&ntilde;ol, que culmin&oacute; traum&aacute;ticamente la llamada Edad de Plata de la cultura espa&ntilde;ola, compone un repertorio socio profesional muy variado. Salieron intelectuales de primera fila, profesionales competentes, obreros especializados, campesinos tradicionales... Desde el punto de vista cronol&oacute;gico, todas las edades est&aacute;n presentes en este contingente. Sobresale el fragmento comprendido entre los treinta y los cincuenta a&ntilde;os, edad madura para emprender una nueva vida, basada en experiencias anteriores y en competencias y habilidades socio profesionales ya acreditadas anteriormente en Espa&ntilde;a.</span></span></span></span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Un porcentaje minoritario comprende la franja de edad comprendida entre los veinte y treinta a&ntilde;os, personas todav&iacute;a en edad de formaci&oacute;n y que, probablemente, completaron su habilitaci&oacute;n profesional en tierras extranjeras. Otro grupo minoritario, los mayores de cincuenta a&ntilde;os, tuvo que afrontar enormes dificultades para asentarse en sus nuevas localizaciones geogr&aacute;ficas.</span></span></span></span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Desde el punto de vista historiogr&aacute;fico y sociolog&iacute;a hist&oacute;rica, el exilio espa&ntilde;ol ha dado como resultado un volumen considerable de publicaciones, de naturaleza historiogr&aacute;fica, sociol&oacute;gica o pol&iacute;tica. Todo comienza dentro del propio exilio, nos referimos a la obra memorial&iacute;stica, bien publicada o manuscrita. Sin duda, M&eacute;xico fue el centro de difusi&oacute;n de esta primera informaci&oacute;n sobre el exilio espa&ntilde;ol. De hecho, la inmensa mayor&iacute;a de los estudios est&aacute;n referidos a esa naci&oacute;n.</span></span></span></span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; L&oacute;gicamente, los contextos pol&iacute;ticos e intelectuales han obtenido un reconocimiento m&aacute;s prolijo, fundamentalmente a partir de la obra monumental dirigida por Jos&eacute; Luis Abell&aacute;n <i>El exilio espa&ntilde;ol de 1939</i>, editada en Madrid por la Editorial Taurus entre 1976 y 1978, en seis vol&uacute;menes. Sin embargo, con respecto a M&eacute;xico e Hispanoam&eacute;rica, todav&iacute;a existe un acusado vac&iacute;o de conocimiento con respecto a los que podr&iacute;amos denominar y -en adelante utilizaremos como concepto- <i>el exiliado an&oacute;nimo</i>.</span></span></span></span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Es muy conveniente diferenciar estos dos mundos que hemos se&ntilde;alado: el exiliado en M&eacute;xico se incorpor&oacute; e integr&oacute; pr&aacute;cticamente de forma inmediata a las enormes oportunidades que abr&iacute;a el nuevo pa&iacute;s de localizaci&oacute;n. Los ingenieros, intelectuales, obreros especializados o campesinos, pudieron construir un mundo personal nuevo, atractivo que les permiti&oacute; planificar su vida a corto, medio y largo plazo. Pero el modelo franc&eacute;s, objeto de nuestro an&aacute;lisis difiere enormemente. No se encontraron con un pa&iacute;s en v&iacute;as de desarrollo, como el caso de M&eacute;xico, sino con una realidad socioecon&oacute;mica y tecnol&oacute;gica bien desarrollada y claramente superior a su pa&iacute;s de origen. El poseer un t&iacute;tulo universitario o una cualificaci&oacute;n profesional no impresionaba en el pa&iacute;s vecino, m&aacute;s bien al contrario, compet&iacute;an en un mercado laboral muy cualificado y exigente. Por tanto, los exiliados en Francia no iban a encontrar un camino de tan f&aacute;cil integraci&oacute;n como en el caso mexicano. Fue, por ello, rudo el devenir de esta primera generaci&oacute;n, considerados adem&aacute;s como <i>rojos peligrosos</i> en un primer momento, perseguidos por los ocupantes alemanes o por el r&eacute;gimen colaboracionista de Vichy, sufriendo los riesgos de los movimientos de resistencia, tardaron muchos a&ntilde;os en encontrar un clima favorable. Nunca se ha analizado los avatares de esta primera generaci&oacute;n del exilio bajo el prisma de los a&ntilde;os perdidos entre 1939 y 1947, ocho a&ntilde;os de incertidumbre, ocho a&ntilde;os de futuro fr&aacute;gil e incierto en un dur&iacute;simo contexto. Por fin, a finales de los a&ntilde;os 40 se abrieron nuevos rumbos para ellos. Existe, por lo tanto, una contradicci&oacute;n entre el modelo franc&eacute;s y el mexicano: los a&ntilde;os perdidos en Francia son los a&ntilde;os de integraci&oacute;n en M&eacute;xico. Esta situaci&oacute;n condicion&oacute; el trascurrir de la segunda generaci&oacute;n, que ya se movi&oacute; en unos cauces de cierta normalidad. A partir de este momento, se pudo vislumbrar el ma&ntilde;ana, el futuro, se hizo posible preparar una vida a largo plazo, se permiti&oacute; atender a las necesidades de lo que nosotros hemos denominado en este proyecto <i>la segunda y tercera generaciones</i>; tambi&eacute;n una <i>tercera generaci&oacute;n</i> que, en muchos casos, es la del triunfo definitivo, la de la plena incorporaci&oacute;n a la sociedad francesa, alimentando un mundo profesional, en muchos casos, de &eacute;lite y de asunci&oacute;n de puestos de responsabilidad pol&iacute;tica y social. En este sentido, hay que resaltar historias de espa&ntilde;oles y sus descendientes que han alcanzado posiciones de importancia en Francia, tanto en el gobierno como en otros sectores. Esto ha de servir para mostrar la completa integraci&oacute;n y contribuci&oacute;n de la comunidad espa&ntilde;ola en Francia</span></span></span></span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Este estudio pretende, adem&aacute;s, relacionar un pasado que act&uacute;a sobre un problema actual, movimientos de poblaci&oacute;n masivos que afectan tanto al pa&iacute;s de partida como al de acogida. La herencia de los an&oacute;nimos vertebra en gran medida este proyecto. Queremos realizar una doble visi&oacute;n: un an&aacute;lisis per se, los m&eacute;todos, el c&oacute;mo y el sistema de integraci&oacute;n en Francia, defectos y logros, comparar con problemas actuales, para plantear la eficacia de los modelos de integraci&oacute;n republicana que se utilizaron en Francia y ver, de este modo, su utilidad y aplicabilidad, inmediata y efectiva, para abordar uno de los grandes retos del presente. De ah&iacute; la importancia de la transferencia social intr&iacute;nseca en este proyecto: llegar a un p&uacute;blico joven que tendr&aacute; que resolver los grandes retos del presente, puesto que traspasar el &aacute;mbito acad&eacute;mico es tambi&eacute;n un objetivo prioritario de las Ciencias Sociales. Dado el car&aacute;cter transnacional del proyecto, la labor fundamental ser&aacute;, precisamente, la de difusi&oacute;n y explotaci&oacute;n de sus resultados en Francia y Espa&ntilde;a, esencialmente. Se pondr&aacute; expl&iacute;citamente de relieve la trascendencia hist&oacute;rica de un fen&oacute;meno social y cultural con impacto a todos los niveles, como ha sido el del exilio o la emigraci&oacute;n republicana espa&ntilde;ola en Francia.</span></span></span></span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; En este sentido, ya hemos establecido un primer censo con un centenar largo de asociaciones de recuperaci&oacute;n de la memoria colectiva que tienen presencia en redes sociales e Internet. Esencialmente, se trata de investigar c&oacute;mo las asociaciones espa&ntilde;olas en Francia han ayudado a mantener la cohesi&oacute;n comunitaria, preservar las tradiciones y facilitar la integraci&oacute;n de los reci&eacute;n llegados. Nos enfrentamos a una labor de imposible exhaustividad, dada la naturaleza relativamente vol&aacute;til del objeto de estudio: algunas desaparecen y otras nacen. El enfoque pretende acercarse a lo que hace que la Memoria Democr&aacute;tica, es decir, la resignificaci&oacute;n localizada en el tiempo y el espacio de los eventos realizados por las asociaciones memoriales, de modo que su reconstrucci&oacute;n sea &uacute;til para aquellos que no los han vivido. Dicho de otra manera, el prop&oacute;sito no es explicar lo que ha sido, sino identificar lo que emerge en el complejo de discursos como un conocimiento memorial contempor&aacute;neo. en torno al t&eacute;rmino de lo que se ha llamado la <i>Retirada</i> y sus consecuencias m&aacute;s dram&aacute;ticas e impactantes, en forma de exilios y campos de concentraci&oacute;n.</span></span></span></span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Memoria hist&oacute;rica, memoria democr&aacute;tica, memoria civil, memoria colectiva&hellip; en cualquiera de sus acepciones, la Memoria -en su sentido epistemol&oacute;gico, con may&uacute;sculas, en este caso- pertenece a los individuos y al conjunto de la sociedad. La Memoria Hist&oacute;rica es, adem&aacute;s, en su primera acepci&oacute;n, una realidad personal y, por tanto, subjetiva que tiene que ver con modalidades y pr&aacute;cticas de aproximaci&oacute;n al pasado ubicadas fuera del &aacute;mbito acad&eacute;mico. Pero, en su praxis y sem&aacute;ntica, se trata tambi&eacute;n y, sobre todo, de compartir y socializar el uso del pasado para su accesibilidad en todos los niveles formativos. La Memoria es, por tanto, tambi&eacute;n transmisi&oacute;n, relevancia social y construcci&oacute;n de espacio p&uacute;blico con unos fines precisos y delimitados. El primer reto para el historiador, en este sentido, es ofrecer el m&aacute;s amplio repertorio posible de proyectos de digitalizaci&oacute;n fundamentales para la Historia y el Periodismo desde las categor&iacute;as de Memoria Hist&oacute;rica e Historia P&uacute;blica, de modo que la disciplina cient&iacute;fica de la Historia &ndash;con may&uacute;sculas- est&eacute; presente en internet de muchas formas, con diferentes aproximaciones y fines, como hemos llevado personalmente a cabo en la obra colectiva <i>La memoria democr&aacute;tica desde el &aacute;mbito local. Metodolog&iacute;as y propuestas</i> (Valencia, Tirant lo Blanch, 2021). Hemos detectado sobre el terreno y en el trabajo de campo que indudablemente se ha producido, tanto en Espa&ntilde;a como en Francia, un notable efecto impulsor de las llamadas <i>leyes de memoria democr&aacute;tica</i> de diciembre de 2007 y de octubre de 2022.</span></span></span></span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; No cabe ninguna duda de que, en toda sociedad democr&aacute;tica, hace falta, al menos, un m&iacute;nimo consenso social y educativo sobre los hechos, los nombres y los referentes, una memoria compartida de valores no exclusivamente relativistas, sobre los que construir un modelo de convivencia y de futuro tanto de personas como de comunidades. Esto es as&iacute; porque, en cada momento hist&oacute;rico, coinciden, al menos, tres generaciones con diferentes maneras de ense&ntilde;ar y de aprender sobre su pasado, a partir de los medios de transmisi&oacute;n tradicionales de la memoria, la formaci&oacute;n, la alfabetizaci&oacute;n medi&aacute;tica y la educaci&oacute;n para la ciudadan&iacute;a: familia, escuela y medios period&iacute;sticos. Unos medios que se han visto completamente superados por la disrupci&oacute;n que ha provocado &ndash;y est&aacute; produciendo- la omnipresencia de Internet, el nuevo medio hol&iacute;stico, de integraci&oacute;n y convergencia de medios.</span></span></span></span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; El car&aacute;cter de los discursos contempor&aacute;neos sobre el exilio es heterog&eacute;neo, porque estos discursos se producen desde varios puntos de vista, varias experiencias: historias de refugiados que son a&uacute;n accesibles, pero tambi&eacute;n presentaciones m&aacute;s o menos expertas -desde las producciones de historiadores hasta las de asociaciones o instituciones de recuerdo-, discusiones ideol&oacute;gicas e interpretativas entre los descendientes hasta la fecha, de segunda, tercera o incluso cuarta generaci&oacute;n o partes interesadas sin v&iacute;nculos familiares en las redes sociales. Lo cierto es que, sin ninguna hip&eacute;rbole, hoy en d&iacute;a, hasta el investigador, historiador o periodista m&aacute;s tradicional y de la vieja escuela comienza cualquier periplo metodol&oacute;gico investigador por consultar a trav&eacute;s de un buscador de Internet. El famoso algoritmo de b&uacute;squeda de Google emula eficazmente el principio de la b&uacute;squeda acad&eacute;mica, puesto que suma, interrelaciona y eval&uacute;a las conexiones anteriores para dirigir a los usuarios hacia las fuentes que ya otros han juzgado &uacute;tiles. La web es hoy el primer vector de conocimiento compartido y en las innumerables cantidades de p&aacute;ginas que hay, la memoria es dispersa, difusa, heterog&eacute;nea. Sin embargo, las operaciones de b&uacute;squeda permiten resaltar elementos mediante una mayor accesibilidad en los motores de localizaci&oacute;n, que priorizan el contenido durante cada acceso; por la omnipresencia de un n&uacute;cleo discursivo que resalta elementos en detrimento de otros y permite a los usuarios de Internet encontrar elementos homog&eacute;neos de memoria. La memoria colectiva se construye y materializa constantemente no solo a trav&eacute;s de producciones expl&iacute;citamente conmemorativas, sino tambi&eacute;n a trav&eacute;s de discursos que generan memoria a trav&eacute;s de un trabajo compartido y reticular de historia ciudadana y colaborativa. </span></span></span></span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif"><span lang="ES" style="font-size:12.0pt"><span style="line-height:150%"><span style="font-family:&quot;Times New Roman&quot;,serif">&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; Desde este punto de vista, cabe concluir, en &uacute;ltima instancia, que el reto m&aacute;s inmediato es el de construir un nivel de an&aacute;lisis y divulgaci&oacute;n de la Memoria hist&oacute;rica espec&iacute;fico, conceptualizado y desarrollado efectivamente <i>en</i> y para la nueva era digital. El verdadero humanista digital con una labor efectiva de transferencia social de conocimiento no ser&aacute; otro que el que trate, por todos los medios a su alcance, de aportar nuevos modelos interpretativos, explicativos y de sentido, con ayuda de la tecnolog&iacute;a digital; o, en otras palabras, el futuro ser&aacute; de quienes logren superar las limitaciones del tradicional universo de la informaci&oacute;n ordenada, de acuerdo al m&eacute;todo cartesiano, en pro de la aplicaci&oacute;n de las redes cognitivas neuronales y las nuevas pautas relacionales facilitadas por los recursos de la red, haciendo as&iacute; posibles nuevas modalidades de b&uacute;squedas cient&iacute;ficas y de interconexiones intelectuales que abren la v&iacute;a de posibilidades ilimitadas y a&uacute;n por explorar.</span></span></span></span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif">&nbsp;</span></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-bottom:11px"><span style="font-size:11pt"><span style="line-height:107%"><span style="font-family:&quot;Calibri&quot;, sans-serif">&nbsp;</span></span></span></p>