<h2>1. Introducci&oacute;n</h2> <p>Los resultados electorales del Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol (PSOE) en las primeras elecciones generales democr&aacute;ticas en Espa&ntilde;a en 1977, tras la dictadura militar del general Franco, fueron mucho mejores de lo esperado: el Partido Comunista era el partido ocialmente reconocido como antifranquista, y al PSOE se la acusaba de llevar 40 a&ntilde;os de vacaciones.<br /> Esta era la situaci&oacute;n en la que el Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol llegaba a estas elecciones, situaci&oacute;n que no auguraba el resultado que finalmente se produjo. Una organizaci&oacute;n que apenas contaba con poco m&aacute;s de 50.000 afiliados antes de las elecciones (Mart&iacute;n, 2009), tuvo un resultado electoral de 118 diputados con m&aacute;s de 5,3 millones de votantes frente a los 20 diputados con algo menos de 2 millones de votos del Partido Comunista de Espa&ntilde;a (PCE) de Santiago Carrillo, y los 6 diputados del Partido Socialista Popular (PSP), con m&aacute;s de 800.000 votos de Enrique Tierno Galv&aacute;n. Las elecciones las gan&oacute; la coalici&oacute;n de partidos Uni&oacute;n de Centro Democr&aacute;tico (UCD) de Adolfo Su&aacute;rez con 165 diputados y poco m&aacute;s de 6,3 millones de votos<sup><a href="#_ftn1">[1]</a></sup>.</p> <p>El PSOE en 1977 era un partido pol&iacute;tico que, atendiendo a su afiliaci&oacute;n e implantaci&oacute;n territorial, se podr&iacute;a decir que padec&iacute;a anemia. La comparativa con el resto de partidos pol&iacute;ticos europeos en n&uacute;mero de afiliados y el porcentaje de votos obtenidos por el resto de partidos socialistas o socialdem&oacute;cratas as&iacute; lo demuestra. El SPD alem&aacute;n obtuvo un 42% de los votos en las elecciones generales de 1976 con 1mill&oacute;n de afiliados, el PSF franc&eacute;s obtuvo, en las legislativas de 1978, un 22% de apoyos electorales con 200.000 afiliados o el PSP portugu&eacute;s, que con un 29% de apoyo electoral en las parlamentarias de 1979, contaba con 75.000 afiliados (Tezanos, 1981)<sup><a href="#_ftn2">[2]</a></sup>.</p> <p>La memoria hist&oacute;rica en el socialismo espa&ntilde;ol era un activo incontestable en un partido que iba a cumplir un siglo dos a&ntilde;os despu&eacute;s de esas elecciones. Como se ver&aacute; en este art&iacute;culo, el material conservado en los Archivos de la Fundaci&oacute;n Pablo Iglesias -instituci&oacute;n cuyo objetivo es conservar y divulgar la historia del socialismo espa&ntilde;ol- tanto personales como de m&uacute;ltiples agrupaciones locales de la organizaci&oacute;n, as&iacute; como los datos electorales, demuestran la importante implantaci&oacute;n territorial de las organizaciones socialistas PSOE y Uni&oacute;n General de Trabajadores (UGT), en comparaci&oacute;n con la del resto de partidos y sindicatos de izquierdas al perpetrarse el golpe de Estado. Adem&aacute;s, podremos comparar tambi&eacute;n los resultados de las &uacute;ltimas elecciones generales en 1936 del PSOE con los resultados de las elecciones generales de 1977 tras recuperarse las libertades y legalizarse los partidos pol&iacute;ticos.<br /> Gracias a los ingentes archivos personales y a la historiograf&iacute;a tradicional y tambi&eacute;n m&aacute;s reciente<sup><a href="#_ftn3">[3]</a></sup>, tenemos una versi&oacute;n detallada y consolidada sobre esa etapa en la que el PSOE mantuvo una doble estructura, interior y exterior, y a su vez una doble estrategia y filosof&iacute;a organizativa: por un lado, el exilio en M&eacute;xico con Indalecio Prieto a la cabeza y, del otro, el exilio en Francia, comandado por Rodolfo Llopis. Pero el PSOE mantuvo su funcionamiento en el que fue capaz de celebrar hasta trece congresos, mientras El Socialista no dejaba de imprimirse y publicarse.<br /> Es en este marco hist&oacute;rico, en el que se comprende c&oacute;mo ese pasado -cien a&ntilde;os en ese momento- compartido, la existencia de estructuras organizativas s&oacute;lidas, la continuidad hist&oacute;rica que esto garantizaba, m&aacute;s la existencia de unas liturgias y tradiciones asentadas en el tiempo y tambi&eacute;n de un sentimiento colectivo de pertenencia a una comunidad propia, actuaron como factores estimulantes decisivos en aquellas elecciones.</p> <p>Pero adem&aacute;s de la memoria colectiva de la guerra civil, factor determinante en el resultado de 1977, el PSOE contaba con otras dos ventajas en esas elecciones: la renovaci&oacute;n generacional e ideol&oacute;gica y el apoyo y reconocimiento internacional. El Partido Socialista se presentaba como un partido moderno, renovado y en sinton&iacute;a con los grandes partidos de la socialdemocracia europea, que ten&iacute;a como objetivo recuperar la libertad en el pa&iacute;s: &ldquo;Socialismo es libertad&rdquo; y &ldquo;La libertad est&aacute; en tu mano&rdquo; eran los lemas de los carteles electorales del PSOE para esas elecciones. Tambi&eacute;n era<br /> el &uacute;nico partido que presentaba a un candidato, Felipe Gonz&aacute;lez, que no hab&iacute;a formado parte ni de la guerra civil ni de la estructura franquista del pa&iacute;s.<br /> En el &aacute;mbito internacional, destacaban los apoyos venidos de Alemania a trav&eacute;s del l&iacute;der socialdem&oacute;crata Willy Brandt, que hab&iacute;a sido canciller y los que aportaba el socialismo franc&eacute;s liderado por Fran&ccedil;ois Mitterrand, que ser&iacute;a despu&eacute;s presidente de la Rep&uacute;blica. Adem&aacute;s, los EE. UU. tampoco ve&iacute;an mal a esos &ldquo;j&oacute;venes nacionalistas espa&ntilde;oles&rdquo;, seg&uacute;n describ&iacute;a la poderosa agencia de inteligencia americana CIA en uno de sus informes.</p> <p>Como decimos, la renovaci&oacute;n generacional que comenz&oacute; en los a&ntilde;os 60 y que cristaliz&oacute; de forma definitiva en los congresos celebrados en Toulouse en 1972 y en Suresnes en 1974 pon&iacute;a al frente de una nueva cantera de dirigentes a un l&iacute;der nuevo como Felipe Gonz&aacute;lez. Hab&iacute;a ahora que renovar tambi&eacute;n las ideas y los programas, tarea de la que se encarg&oacute; el gran te&oacute;rico de la socialdemocracia espa&ntilde;ola, Jos&eacute; Mar&iacute;a Maravall (Luena; S&aacute;nchez, 2023).</p> <p>Estos dos factores, modernidad y apoyo de la comunidad internacional fueron importantes, pero la memoria jug&oacute; un papel decisivo en ese &eacute;xito electoral. Basta con ver los datos electorales de 1936, donde el PSOE fue el partido m&aacute;s votado con 99 diputados, un apoyo electoral del 20% y una afiliaci&oacute;n en junio de ese mismo a&ntilde;o de 59.845 afiliados, con las citadas elecciones de 1977, donde el PSOE fue el segundo partido m&aacute;s votado con 118 diputados, el 29% de apoyo electoral con una afiliaci&oacute;n de 51.500 afiliados, para anticipar que la continuidad hist&oacute;rica del partido obrero en<br /> cuanto a estructura y funcionamiento y las redes de memoria establecidas y mantenidas en las condiciones m&aacute;s adversas durante cuatro d&eacute;cadas hab&iacute;an ejercido una poderosa influencia en el resultado salido de las urnas.</p> <h2>2. Situaci&oacute;n del PSOE al acabar la guerra civil y durante el exilio</h2> <p>Hasta 1918, momento en que Pablo Iglesias cae gravemente enfermo, las organizaciones socialistas, Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol y Uni&oacute;n General de Trabajadores, estuvieron marcadas por el liderazgo de su fundador. A partir de este momento, 1918 y, sobre todo, a ra&iacute;z de la primera escisi&oacute;n en el seno del PSOE en 1921, el partido y el sindicato qued&oacute; en manos de los que ser&iacute;an los grandes protagonistas de las pol&iacute;ticas socialistas durante la II Rep&uacute;blica, la guerra civil y el exilio, a excepci&oacute;n de Juan Negr&iacute;n: Francisco Largo Caballero, Juli&aacute;n Besteiro, Indalecio<br /> Prieto, y Andr&eacute;s Saborit. De esta manera Indalecio Prieto se har&iacute;a cargo del Grupo Parlamentario, Juli&aacute;n Besteiro del PSOE, Francisco Largo Caballero de la UGT y Andr&eacute;s Saborit de la direcci&oacute;n del peri&oacute;dico El Socialista.</p> <p>Aunque fueron bastantes los cismas y desencuentros que estos protagonistas y sus corrientes tuvieron durante la dictadura de Primo de Rivera y los primeros a&ntilde;os de la Rep&uacute;blica, no es hasta mediados o finales de la guerra civil cuando aparecer&aacute; el germen de una nueva escisi&oacute;n en el seno del Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol.<br /> Como es bien sabido, el gobierno Radical-Cedista salido de las elecciones de noviembre de 1933, supuso una nueva uni&oacute;n entre las fuerzas de izquierdas y republicanas. A trav&eacute;s de la coalici&oacute;n del Frente Popular, en las siguientes elecciones de febrero de 1936, recuperaron la presidencia del gobierno, uni&oacute;n que se mantuvo hasta que se produjo el levantamiento militar de julio de ese mismo a&ntilde;o. Despu&eacute;s de un gobierno ef&iacute;mero de Francisco Giral al comienzo de la guerra civil, Largo Caballero fue elegido presidente del Gobierno y ministro de la Guerra en septiembre de 1936,<br /> formando un gobierno en el que estuvieron representadas todas las organizaciones del Frente Popular y al que en noviembre se incorporaron cuatro ministros de la Confederaci&oacute;n Nacional del Trabajo.</p> <p>Apenas ocho meses despu&eacute;s, en mayo de 1937, se produjo la ca&iacute;da del gobierno de Largo Caballero por dos motivos principalmente. Por un lado, la presi&oacute;n que la influencia sovi&eacute;tica ejerc&iacute;a sobre este gobierno a trav&eacute;s del PCE y por otro, la retirada de la confianza al presidente del gobierno que el sector prietista realiz&oacute; dentro del propio PSOE (Gabriel, 2011). Esto supuso el nombramiento de tres socialistas dentro del nuevo gobierno: Juan Negr&iacute;n como presidente, e Indalecio Prieto y Anastasio de Gracia como ministros.</p> <p>Tras esta disoluci&oacute;n la reacci&oacute;n del sector caballerista fue movilizar a las Federaciones Provinciales del PSOE, para mostrar su desacuerdo con la disoluci&oacute;n del gobierno, y pedir una reuni&oacute;n urgente con la Comisi&oacute;n Ejecutiva del partido. La CE hizo o&iacute;dos sordos a la demanda de reuni&oacute;n de las Federaciones Provinciales Socialistas (FPS) encabezadas por las Federaciones de Valencia y Ja&eacute;n. Ante esta situaci&oacute;n, las Federaciones Provinciales subieron el grado de presi&oacute;n a la Comisi&oacute;n Ejecutiva del partido pidiendo una reorganizaci&oacute;n de la direcci&oacute;n y un Congreso extraordinario a<br /> nivel provincial y federal (Memoria FPS, 1937). Esta situaci&oacute;n acab&oacute; con las destituciones de las Comisiones Ejecutivas y el nombramiento de nuevas Ejecutivas en las Federaciones de Valencia y Ja&eacute;n.</p> <p>Del mismo modo, tanto en el Grupo Parlamentario Socialista (GPS) como en la Uni&oacute;n General de Trabajadores se produjeron sendas destituciones y nuevos nombramientos. As&iacute;, en septiembre de 1937, en el GPS se sustituy&oacute; a su presidente, Francisco Largo Caballero, su vicepresidente, Enrique de Francisco y su secretario, Rodolfo Llopis por Ram&oacute;n Gonz&aacute;lez Pe&ntilde;a, Jos&eacute; Prat y Ram&oacute;n Lamoneda, que ya era secretario del PSOE, respectivamente. El 1 de octubre de ese mismo a&ntilde;o, el Comit&eacute; Nacional de la UGT destituy&oacute; a la Comisi&oacute;n Ejecutiva presidida por Largo Caballero eligiendo una nueva encabezada por Ram&oacute;n Gonz&aacute;lez Pe&ntilde;a.</p> <p>Llegados a este punto, nos encontramos a Juan Negr&iacute;n presidiendo el gobierno de la II Rep&uacute;blica con Indalecio Prieto como ministro de Defensa, y a Ram&oacute;n Lamoneda y Gonz&aacute;lez Pe&ntilde;a controlando las Ejecutivas del PSOE y la UGT respectivamente, ambos afines a Negr&iacute;n. Los caballeristas, prietistas y besteristas quedaron desplazados de los grupos de direcci&oacute;n, provocando que estos &uacute;ltimos no reconocieran a las Comisiones Ejecutivas vigentes en ese momento.</p> <p>Como era de esperar, en abril de 1938 le toc&oacute; el turno a Indalecio Prieto. El mes de marzo anterior el Partido Comunista hab&iacute;a desatado &ldquo;una virulenta campa&ntilde;a dirigida contra Prieto&rdquo; (Graham, 2005) que provoc&oacute; su salida del Ministerio de Defensa en la remodelaci&oacute;n ministerial que realiz&oacute; Negr&iacute;n el 6 de abril.</p> <h2>3. Memoria de actuaci&oacute;n de las Federaciones Provinciales Socialistas, Valencia, Editorial Meabe, 1937</h2> <p>La guerra civil se hab&iacute;a llevado por delante a dos de los tres dirigentes socialistas -Largo Caballero y Prieto- que se hicieron cargo de la UGT y el PSOE despu&eacute;s del fallecimiento de Pablo Iglesias en diciembre de 1925. El tercero, Besteiro, por el contrario, volvi&oacute; a tener protagonismo en los meses finales de la guerra civil.<br /> El socialismo espa&ntilde;ol sali&oacute; profundamente dividido de la guerra civil. La salida de Largo Caballero de la presidencia del gobierno en mayo de 1937 produjo una fractura en el socialismo que se materializ&oacute; en la direcci&oacute;n de la UGT, y la crisis de gobierno que Negr&iacute;n plante&oacute; en abril de 1938, con la destituci&oacute;n de Prieto como ministro de Defensa, no hizo sino acrecentar el malestar y la divisi&oacute;n en las organizaciones territoriales del PSOE -las Federaciones Provinciales Socialistas- en la Espa&ntilde;a republicana.<br /> Para aquellos ejecutivos que consiguieron salir al exilio su destino fue Francia en primer lugar, 440.000 refugiados seg&uacute;n el &quot;informe Vali&egrave;re&quot;, y de ellos una parte no desde&ntilde;able, 50.000 (Bennassar, 2004) parti&oacute; hacia M&eacute;xico. Es Francia a partir del verano de 1944, tras la desocupaci&oacute;n alemana, donde se van a volver a formar las organizaciones socialistas PSOE y UGT con la duplicidad arrastrada del final de la guerra.</p> <p>A partir de 1945 hubo dos sectores o dos Ejecutivas del PSOE con sedes en diferentes localidades del pa&iacute;s galo. Por un lado, estaba la Ejecutiva dirigida por Rodolfo Llopis que aglutinaba a las tres corrientes que se formaron tras la muerte de Pablo Iglesias: caballeristas, prietistas y besteristas con sede en Toulouse; por otro, estaba la Ejecutiva dirigida por Ram&oacute;n Lamoneda que aglutinaba a la corriente surgida durante la guerra: negrinistas con sede en Par&iacute;s.</p> <p>Ambas ejecutivas tuvieron su &oacute;rgano de expresi&oacute;n y ambas asistieron a las Conferencias socialistas que se celebraron -Londres, marzo de 1945; Par&iacute;s, agosto de 1946; Zurich, junio de 1947 y Amberes, noviembre de 1947- como representantes de los dos sectores del PSOE, hasta que finalmente el Comit&eacute; de la Conferencia Socialista Internacional (COMISCO), dictamin&oacute; en febrero de 1948 que la representaci&oacute;n del socialismo espa&ntilde;ol en el COMISCO correspond&iacute;a al sector de Rodolfo Llopis (GILLESPIE, 1991).</p> <p>La Comisi&oacute;n Ejecutiva del PSOE en Toulouse fue la representaci&oacute;n socialista espa&ntilde;ola en la Internacional Socialista reorganizada en Frankfurt (Alemania) en julio de 1951, y mantuvo la organizaci&oacute;n en el exterior y la representaci&oacute;n hasta la siguiente escisi&oacute;n en agosto 1972.</p> <h2>4. Implantaci&oacute;n territorial del PSOE al producirse el golpe de Estado y resultados electorales hasta 1977</h2> <p>Antes de llegar a la citada fecha de la &uacute;ltima escisi&oacute;n en el Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol de 1972 y entrando en los datos que sostienen la tesis que da t&iacute;tulo a este art&iacute;culo, la memoria como factor determinante en los resultados electorales de 1977, conviene realizar un peque&ntilde;o recorrido sobre la implantaci&oacute;n territorial del partido hasta producirse el golpe de estado de julio de 1936.<br /> Los primeros datos de afiliaci&oacute;n al PSOE 4 los encontramos en 1916 con un total de 149 Agrupaciones Socialistas y 6.330 afiliados, con existencia de Agrupaciones en casi todo el territorio espa&ntilde;ol: Andaluc&iacute;a, Arag&oacute;n, Asturias, Baleares, Castilla la Nueva, Castilla la Vieja, Catalu&ntilde;a, Galicia, Extremadura, Levante, Vascongadas y Navarra; adem&aacute;s de tres Agrupaciones en el extranjero con 66 afiliados.<br /> En el a&ntilde;o siguiente, con el mismo n&uacute;mero de Agrupaciones, se dobla el n&uacute;mero de afiliados llegando a 12.275, manteni&eacute;ndose esta cifra pr&aacute;cticamente igual en 1920 con 12.259 afiliados llegando a 261 Agrupaciones, y ampliando la implantaci&oacute;n territorial a las Islas Canarias. A partir de 1920, las fuerzas del Partido Obrero van a experimentar un retroceso en el n&uacute;mero de afiliados, que no en su implantaci&oacute;n territorial, llegando a su cifra m&aacute;s baja en el a&ntilde;o 1928 con un total de 5.226 afiliados distribuidos en 154 Agrupaciones.</p> <p>Las oscilaciones y el lento crecimiento del Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol responden a un desarrollo en un entorno muy desfavorecedor para el mismo. Adem&aacute;s todos los datos sobre afiliaci&oacute;n al Partido Socialista Obrero espa&ntilde;ol est&aacute;n extra&iacute;dos a partir de los Anuarios estad&iacute;sticos de Espa&ntilde;a y las Memorias del PSOE presentadas a los Congresos y a las reuniones del Comit&eacute; Nacional que se reflejan en la bibliograf&iacute;a que acompa&ntilde;a a este art&iacute;culo.</p> <p>De hacer frente a las pocas posibilidades que las leyes del momento ofrec&iacute;an, tuvo que luchar en el terreno pol&iacute;tico con los partidos republicanos y, en el terreno sindical con las organizaciones anarquistas que censuraban sus m&eacute;todos de organizaci&oacute;n y de lucha. Hay que tener en cuenta, como justificaci&oacute;n a ese decrecimiento en la afiliaci&oacute;n que, en este periodo al que nos referimos, se produce la escisi&oacute;n comunista de 1921 y<br /> da comienzo, en 1923, la dictadura de Primo de Rivera que durar&aacute; hasta el nacimiento de la II Rep&uacute;blica en 1931.</p> <p>Siguiendo los postulados establecidos de Modelos de partido (Panebianco, 1990), puede afirmarse que el PSOE fue un partido constituido por penetraci&oacute;n territorial de legitimaci&oacute;n interna. Esto es, desde un n&uacute;cleo central se extendi&oacute; hacia la periferia sin que ninguna instituci&oacute;n externa patrocinara su nacimiento. Este lento desarrollo, pero firme en lo organizativo y en lo moral, propici&oacute; que, al caer la dictadura de Primo de Rivera, el PSOE fuera el partido mejor organizado y con mayor implantaci&oacute;n en toda Espa&ntilde;a (Mart&iacute;n, 2000).</p> <p>Durante estos a&ntilde;os, consigui&oacute; llevar a las Cortes por primera vez un diputado socialista, Pablo Iglesias Posse, con un sufragio de 40.599 votos en la Elecciones Legislativas de marzo de 1914. En las elecciones de febrero de 1918 cosech&oacute; un apoyo de 138.925 votos, llevando al parlamento una minor&iacute;a socialista de 6 diputados. Este hito en la historia del socialismo espa&ntilde;ol tiene su origen en la oposici&oacute;n a la Restauraci&oacute;n mon&aacute;rquica que se ejerci&oacute; a trav&eacute;s de la Huelga General de agosto de 1917. En las elecciones de abril de 1923, con muchos menos votos 37.047, se ampli&oacute; esa minor&iacute;a socialista a 7 diputados de 406 que formaban el hemiciclo. Este hecho s&oacute;lo se puede entender porque, como se dec&iacute;a anteriormente, era el partido con mayor implantaci&oacute;n del pa&iacute;s.</p> <p>Sin lugar a duda, es en los momentos previos a la II Rep&uacute;blica y durante el desarrollo de esta cuando el PSOE obtiene el mayor impulso como organizaci&oacute;n y el mayor apoyo electoral. Si en junio de 1930 se contaban 7.859 afiliados a las distintas Agrupaciones, en 1931 ascendi&oacute; a 25.000 afiliados, llegando a la cifra de 1.453 Agrupaciones y 85.895 afiliados a finales del a&ntilde;o 1933. Por otro lado, en el plano electoral, pas&oacute; de ser la minor&iacute;a socialista con 7 diputados, a convertirse en el Grupo Parlamentario m&aacute;s numeroso de la C&aacute;mara con 116 diputados y 1.989.088 votos en las<br /> Elecciones Legislativas de junio de 1931.</p> <p>En las &uacute;ltimas elecciones democr&aacute;ticas que se produjeron en Espa&ntilde;a antes de la dictadura franquista en febrero de 1936, el PSOE sigui&oacute; siendo el Grupo Parlamentario m&aacute;s numeroso de la C&aacute;mara con 99 diputados y 3.912.555 apoyos electorales. Poco antes de producirse la sublevaci&oacute;n militar de julio de 1936, el Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol contaba con 59.845 afiliados.</p> <p>Tras la guerra civil, el socialismo espa&ntilde;ol tard&oacute; unos a&ntilde;os en reorganizarse. Fue en Madrid donde, desde 1944 a 1953, se constituyeron siete Comisiones Ejecutivas del PSOE en el interior que sufrieron desarticulaciones totales o parciales sucesivamente.<br /> En 1945, momento del punto &aacute;lgido de la reorganizaci&oacute;n del socialismo en la clandestinidad, en Madrid, los informes policiales estimaban en 1.500 los militantes socialistas organizados en torno a grupos de barrio o grupos profesionales. Militantes que se reun&iacute;an, cotizaban y recib&iacute;an propaganda: El Socialista, Renovaci&oacute;n y UGT (G&oacute;mez, 2021).</p> <p>En la detenci&oacute;n de la &uacute;ltima Ejecutiva el 20 de febrero de 1953 se produjo la muerte del presidente de la misma, Tom&aacute;s Centeno. Este suceso influy&oacute; decisivamente en el desarrollo posterior de la organizaci&oacute;n socialista en el interior. La Comisi&oacute;n Ejecutiva en el exilio y las Federaciones del interior decidieron que hab&iacute;a que descartar el sistema de direcci&oacute;n seguido hasta entonces y no nombrar una nueva Ejecutiva en el interior (Mart&iacute;n L., 2022). Aun as&iacute;, la organizaci&oacute;n clandestina sigui&oacute; viva en diversos puntos de la geograf&iacute;a espa&ntilde;ola: Euskadi, Andaluc&iacute;a, Asturias y Madrid fueron los<br /> lugares donde aparecieron los socialistas que determinar&iacute;an la renovaci&oacute;n que se producir&iacute;a a&ntilde;os despu&eacute;s.</p> <p>Durante este periodo, 1944-1972, se celebraron once Congresos en el exilio siendo elegido en todos ellos secretario general Rodolfo Llopis Ferr&aacute;ndiz.<br /> Posteriormente, se celebraron otros dos con la escisi&oacute;n ya producida. En el I Congreso en el exilio, en septiembre de 1944, estuvieron representadas 35 entidades pasando a 246 entidades representadas y 412 delegados asistentes en siguiente, celebrado en mayo de 1946. La representaci&oacute;n de entidades y la asistencia de delegados en estos trece congresos oscil&oacute; de 35 a 246 entidades y de 178 a 412 delegados, dependiendo del a&ntilde;o (Mart&iacute;n, 2009).</p> <p>A finales de la d&eacute;cada de los a&ntilde;os sesenta se va a fraguar el nuevo germen que provocar&aacute; la tercera escisi&oacute;n en el Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol, que esta vez tendr&aacute; como elemento clave si la Comisi&oacute;n Ejecutiva deb&iacute;a pasar del exterior al interior. La emigraci&oacute;n econ&oacute;mica que se produjo durante este periodo, provocando la salida de Espa&ntilde;a de miles de j&oacute;venes en busca de trabajo, y la existencia de una nueva generaci&oacute;n de socialistas en el interior y en el exilio -que no hab&iacute;an vivido ni participado en la guerra civil- provoc&oacute; un distanciamiento ideol&oacute;gico y generacional<br /> sobre qui&eacute;n deb&iacute;a dirigir la acci&oacute;n del Partido.</p> <p>Las convivencias veraniegas organizadas por las Juventudes Socialistas en el sur de Francia, que permitieron el contacto entre j&oacute;venes socialistas del exilio y del interior, el rejuvenecimiento en las organizaciones socialistas clandestinas en el interior y la aparici&oacute;n de Agrupaciones Socialistas en otros pa&iacute;ses ligadas a la emigraci&oacute;n econ&oacute;mica, provocaron que la tendencia fuera muy proclive al paso de la direcci&oacute;n al interior. El secretario general se neg&oacute; a convocar el XII Congreso en el exilio, tal y como estaba previsto para agosto de 1972, por miedo a que la direcci&oacute;n del PSOE pasara a manos del interior, hecho que ya se hab&iacute;a producido en la UGT tras el Congreso celebrado un a&ntilde;o antes en 1971 (Mart&iacute;nez, 1991).</p> <p>A partir de este momento se formaron dos grupos: los partidarios de seguir los acuerdos tomados y celebrar el Congreso y aquellos leales al secretario general que intentaron que este no se celebrara. Finalmente, el XII Congreso del PSOE se celebr&oacute; en tiempo y forma, sin las agrupaciones ni los delegados afines a Llopis, produci&eacute;ndose una nueva escisi&oacute;n. De este Congreso sali&oacute; una direcci&oacute;n colegiada, sin secretario general, formada por 5 miembros del exterior y 10 del interior. Este proceso renovador acab&oacute; de culminarse durante el a&ntilde;o 1974. En enero y marzo de ese a&ntilde;o, la Internacional Socialista reconoci&oacute; como v&aacute;lido el XII Congreso y reconoci&oacute; a la direcci&oacute;n elegida como la representaci&oacute;n del socialismo espa&ntilde;ol en la Internacional<sup><a href="#_ftn4">[4]</a></sup>.<br /> En el momento de celebrarse el XII Congreso del PSOE en el exilio en octubre de 1974, el partido contaba con 1.049 afiliados del exterior y 2.548 del interior. Tras el citado Congreso celebrado en la ciudad de Suresnes sali&oacute; elegido Primer secretario Felipe Gonz&aacute;lez M&aacute;rquez, poni&eacute;ndose fin a este proceso de escisi&oacute;n abierto dos a&ntilde;os antes.</p> <h2>5. Conclusiones</h2> <p>En el presente texto, demostramos de qu&eacute; forma distintos elementos de continuidad hist&oacute;rica conformaron una cultura que convirti&oacute; la memoria y el recuerdo de la guerra, la represi&oacute;n y el exilio como un motor de reconocimiento p&uacute;blico y fidelidad electoral hacia el significado de las siglas del Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol.<br /> Es por esto que, a pesar del descenso de la presencia real durante la dictadura, la existencia de esa cultura de organizaci&oacute;n y de partido, hizo que se extendiese la idea de que el partido estaba tan fuerte y presente como siempre, que era una idea tan v&aacute;lida como lo hab&iacute;a sido en el pasado. El motor como recuerdo, como dice Timothy Garton Ash, y la historia como garant&iacute;a.</p> <p>Esos elementos de continuidad hist&oacute;rica son: la estructura territorial y la implantaci&oacute;n territorial que el PSOE ten&iacute;a por todo el pa&iacute;s desde los a&ntilde;os veinte, un n&uacute;mero muy alto de afiliados, una presencia institucional permanente durante tres d&eacute;cadas solo truncada por la dictadura, la pervivencia de los viejos l&iacute;deres y de su legado y testimonio, la continuidad ofrecida por una nueva generaci&oacute;n que se declaraba sucesora y relevo de la generaci&oacute;n de la guerra y el exilio y, por &uacute;ltimo, la existencia, en paralelo, de una estructura sindical hermana, la UGT, que contribu&iacute;a a reforzar el sentimiento de conexi&oacute;n con la &uacute;ltima experiencia democr&aacute;tica que el pa&iacute;s hab&iacute;a conocido. Porque de eso se trataba, para terminar: la historia, la cultura y la<br /> memoria suministraron la posibilidad de recordar a un importante n&uacute;mero de ciudadanos la hoja de servicios efectuada por un viejo partido que se mostraba dispuesto, de nuevo, a presentar credenciales para continuar con la consolidaci&oacute;n, por fin y de una vez, de la democracia en Espa&ntilde;a.</p> <h2>6. Bibliograf&iacute;a</h2> <p>Bennassar, Bartolom&eacute; (2004): <em>La guerre d&acute;Espagne et ses lendemains</em>, Par&iacute;s, Perrin.</p> <p>Gabriel, Pere (2011): H<em>istoria de la UGT (Vol. 4): un sindicalismo de guerra&nbsp;1936-1939</em>, Madrid, Siglo XXI.</p> <p>Garton Ash, Timothy (2023): <em>Europa, una historia personal</em>, Madrid, Taurus.</p> <p>Gillespie, Richard (1991): <em>Historia del Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol</em>, Madrid,&nbsp;Alianza Editorial.</p> <p>Graham, Helen, (2005): <em>El PSOE en la Guerra Civil: poder, crisis y derrota (1936-1939)</em>, Barcelona, Debate.</p> <p>G&oacute;mez Bravo, Gutmaro (2021): <em>Hombres sin nombre: la reconstrucci&oacute;n del&nbsp;socialismo en la clandestinidad (1939-1970)</em>, Madrid, C&aacute;tedra.</p> <p>Juli&aacute; D&iacute;az, Santos (1986a): <em>El Socialismo en Espa&ntilde;a: Desde la fundaci&oacute;n del PSOE&nbsp;hasta 1975</em>, Madrid, Editorial Pablo Iglesias y (1997b):<em> Los socialistas en la pol&iacute;tica&nbsp;espa&ntilde;ola, 1879-1982,</em> Madrid, Taurus.</p> <p>Luena L&oacute;pez y S&aacute;nchez Ill&aacute;n (2023): <em>La fuerza de la Socialdemocracia</em>.</p> <p>Jos&eacute;&nbsp;Mar&iacute;a Maravall, <em>biograf&iacute;a de un pol&iacute;tico e intelectual reformista</em>, Valencia, Tirant.</p> <p>Mart&iacute;nez Cobo, Jos&eacute; y Mart&iacute;nez Cobo, Carlos (1989-1991a): <em>Intrahistoria del&nbsp;PSOE</em>. Vol. I-IV, Barcelona, Plaza &amp; Janes y (2023b): <em>El reto&ntilde;ar del f&eacute;nix. Exilio y&nbsp;clandestinidad del PSOE</em>, Par&iacute;s-Toulouse, TUL&Uacute;S Ediciones.</p> <p>Mart&iacute;n L&oacute;pez, Aurelio (2022): <em>Memoria documental del socialismo espa&ntilde;ol,</em>&nbsp;Tesis doctoral, Madrid, Universidad Carlos III.</p> <p>Mart&iacute;n N&aacute;jera, Aurelio (2000a): <em>El grupo parlamentario socialista en la segunda&nbsp;rep&uacute;blica: estructura y funcionamiento</em>, Madrid, Editorial Pablo Iglesias y (2009b):&nbsp;<em>Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol</em>, Madrid, Editorial Pablo Iglesias.</p> <p>Mateos L&oacute;pez, Abd&oacute;n (1993): <em>El PSOE contra Franco. Continuidad y renovaci&oacute;n del socialismo espa&ntilde;ol, 1953-1974,</em> Madrid, Editorial Pablo Iglesias</p> <p>Saborit Colomer, Andr&eacute;s (2009): <em>Pablo Iglesias y su tiempo: Apuntes hist&oacute;ricos</em>, Madrid, Editorial</p> <h2>7. Notas</h2> <p><sup><a href="#_ftnref1">[1]</a></sup> https://www.juntaelectoralcentral.es/cs/jec/documentos/GENERALES_1977_Resultados</p> <p><sup><a href="#_ftnref2">[2]</a> </sup>El PSOE, con 51.500 afiliados, obtuvo pr&aacute;cticamente el 30% de apoyo electoral, cifras<br /> que no se corresponden con el resto de partidos hermanos</p> <p><sup><a href="#_ftnref3">[3]</a></sup> V&eacute;ase la bibliograf&iacute;a de este art&iacute;culo si se quiere profundizar en la Historia del PSOE.</p> <p><sup><a href="#_ftnref4">[4]</a></sup> Memoria de gesti&oacute;n de la C.E. Cap&iacute;tulo Relaciones Internacionales.</p>