<p>La memoria como factor determinante del resultado electoral</p> <p>del PSOE en las elecciones legislativas de 1977.</p> <p>Aurelio Mart&iacute;n L&oacute;pez<br /> Doctor por la Universidad Carlos III de Madrid<br /> C&eacute;sar Luena L&oacute;pez<br /> Profesor asociado de la Universidad Carlos III de Madrid</p> <p>1. Introducci&oacute;n<br /> Los resultados electorales del Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol (PSOE) en las<br /> primeras elecciones generales democr&aacute;ticas en Espa&ntilde;a en 1977, tras la dictadura<br /> militar del general Franco, fueron mucho mejores de lo esperado: el Partido Comunista era el partido socialmente reconocido como antifranquista, y al PSOE se la acusaba de llevar 40 a&ntilde;os de vacaciones.<br /> Esta era la situaci&oacute;n en la que el Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol llegaba a estas<br /> elecciones, situaci&oacute;n que no auguraba el resultado que finalmente se produjo. Una organizaci&oacute;n que<br /> apenas contaba con poco m&aacute;s de 50.000 afiliados antes de las elecciones (Mart&iacute;n,<br /> 2009), tuvo un resultado electoral de 118 diputados con m&aacute;s de 5,3 millones de<br /> votantes frente a los 20 diputados con algo menos de 2 millones de votos del Partido<br /> Comunista de Espa&ntilde;a (PCE) de Santiago Carrillo, y los 6 diputados del Partido Socialista<br /> Popular (PSP), con m&aacute;s de 800.000 votos de Enrique Tierno Galv&aacute;n. Las elecciones las<br /> gan&oacute; la coalici&oacute;n de partidos Uni&oacute;n de Centro Democr&aacute;tico (UCD) de Adolfo Su&aacute;rez con<br /> 165 diputados y poco m&aacute;s de 6,3 millones de votos. 1<br /> El PSOE en 1977 era un partido pol&iacute;tico que, atendiendo a su afiliaci&oacute;n e<br /> implantaci&oacute;n territorial, se podr&iacute;a decir que padec&iacute;a anemia. La comparativa con el<br /> resto de partidos pol&iacute;ticos europeos en n&uacute;mero de afiliados y el porcentaje de votos<br /> obtenidos por el resto de partidos socialistas o socialdem&oacute;cratas as&iacute; lo demuestra. El<br /> SPD alem&aacute;n obtuvo un 42% de los votos en las elecciones generales de 1976 con 1<br /> mill&oacute;n de afiliados, el PSF franc&eacute;s obtuvo, en las legislativas de 1978, un 22% de apoyos<br /> electorales con 200.000 afiliados o el PSP portugu&eacute;s, que con un 29% de apoyo<br /> electoral en las parlamentarias de 1979, contaba con 75.000 afiliados (Tezanos, 1981).<br /> 1 https://www.juntaelectoralcentral.es/cs/jec/documentos/GENERALES_1977_Resultados.pdf</p> <p>2<br /> El PSOE, con 51.500 afiliados, obtuvo pr&aacute;cticamente el 30% de apoyo electoral, cifras<br /> que no se corresponden con el resto de partidos hermanos.<br /> La memoria hist&oacute;rica en el socialismo espa&ntilde;ol era un activo incontestable en un<br /> partido que iba a cumplir un siglo dos a&ntilde;os despu&eacute;s de esas elecciones. Como se ver&aacute;<br /> en este art&iacute;culo, el material conservado en los Archivos de la Fundaci&oacute;n Pablo Iglesias -instituci&oacute;n cuyo objetivo es conservar y divulgar la historia del socialismo espa&ntilde;ol- tanto personales como de m&uacute;ltiples agrupaciones locales de la organizaci&oacute;n, as&iacute; como<br /> los datos electorales, demuestran la importante implantaci&oacute;n territorial de las<br /> organizaciones socialistas PSOE y Uni&oacute;n General de Trabajadores (UGT), en<br /> comparaci&oacute;n con la del resto de partidos y sindicatos de izquierdas al perpetrarse el<br /> golpe de Estado. Adem&aacute;s, podremos comparar tambi&eacute;n los resultados de las &uacute;ltimas<br /> elecciones generales en 1936 del PSOE con los resultados de las elecciones generales<br /> de 1977 tras recuperarse las libertades y legalizarse los partidos pol&iacute;ticos.<br /> Gracias a los ingentes archivos personales y a la historiograf&iacute;a tradicional y<br /> tambi&eacute;n m&aacute;s reciente 2 , tenemos una versi&oacute;n detallada y consolidada sobre esa etapa<br /> en la que el PSOE mantuvo una doble estructura, interior y exterior, y a su vez una<br /> doble estrategia y filosof&iacute;a organizativa: por un lado, el exilio en M&eacute;xico con Indalecio<br /> Prieto a la cabeza y, del otro, el exilio en Francia, comandado por Rodolfo Llopis. Pero<br /> el PSOE mantuvo su funcionamiento en el que fue capaz de celebrar hasta trece<br /> congresos, mientras El Socialista no dejaba de imprimirse y publicarse.<br /> Es en este marco hist&oacute;rico, en el que se comprende c&oacute;mo ese pasado -cien<br /> a&ntilde;os en ese momento- compartido, la existencia de estructuras organizativas s&oacute;lidas,<br /> la continuidad hist&oacute;rica que esto garantizaba, m&aacute;s la existencia de unas liturgias y<br /> tradiciones asentadas en el tiempo y tambi&eacute;n de un sentimiento colectivo de<br /> pertenencia a una comunidad propia, actuaron como factores estimulantes decisivos<br /> en aquellas elecciones.<br /> Pero adem&aacute;s de la memoria colectiva de la guerra civil, factor determinante en<br /> el resultado de 1977, el PSOE contaba con otras dos ventajas en esas elecciones: la<br /> renovaci&oacute;n generacional e ideol&oacute;gica y el apoyo y reconocimiento internacional. El<br /> Partido Socialista se presentaba como un partido moderno, renovado y en sinton&iacute;a con<br /> 2 V&eacute;ase la bibliograf&iacute;a de este art&iacute;culo si se quiere profundizar en la Historia del PSOE.</p> <p>3<br /> los grandes partidos de la socialdemocracia europea, que ten&iacute;a como objetivo<br /> recuperar la libertad en el pa&iacute;s: &ldquo;Socialismo es libertad&rdquo; y &ldquo;La libertad est&aacute; en tu mano&rdquo;<br /> eran los lemas de los carteles electorales del PSOE para esas elecciones. Tambi&eacute;n era<br /> el &uacute;nico partido que presentaba a un candidato, Felipe Gonz&aacute;lez, que no hab&iacute;a<br /> formado parte ni de la guerra civil ni de la estructura franquista del pa&iacute;s.<br /> En el &aacute;mbito internacional, destacaban los apoyos venidos de Alemania a trav&eacute;s<br /> del l&iacute;der socialdem&oacute;crata Willy Brandt, que hab&iacute;a sido canciller y los que aportaba el<br /> socialismo franc&eacute;s liderado por Fran&ccedil;ois Mitterrand, que ser&iacute;a despu&eacute;s presidente de<br /> la Rep&uacute;blica. Adem&aacute;s, los EE. UU. tampoco ve&iacute;an mal a esos &ldquo;j&oacute;venes nacionalistas<br /> espa&ntilde;oles&rdquo;, seg&uacute;n describ&iacute;a la poderosa agencia de inteligencia americana CIA en uno<br /> de sus informes.<br /> Como decimos, la renovaci&oacute;n generacional que comenz&oacute; en los a&ntilde;os 60 y que<br /> cristaliz&oacute; de forma definitiva en los congresos celebrados en Toulouse en 1972 y en<br /> Suresnes en 1974 pon&iacute;a al frente de una nueva cantera de dirigentes a un l&iacute;der nuevo<br /> como Felipe Gonz&aacute;lez. Hab&iacute;a ahora que renovar tambi&eacute;n las ideas y los programas,<br /> tarea de la que se encarg&oacute; el gran te&oacute;rico de la socialdemocracia espa&ntilde;ola, Jos&eacute; Mar&iacute;a<br /> Maravall (Luena; S&aacute;nchez, 2023).<br /> Estos dos factores, modernidad y apoyo de la comunidad internacional fueron<br /> importantes, pero la memoria jug&oacute; un papel decisivo en ese &eacute;xito electoral. Basta con<br /> ver los datos electorales de 1936, donde el PSOE fue el partido m&aacute;s votado con 99<br /> diputados, un apoyo electoral del 20% y una afiliaci&oacute;n en junio de ese mismo a&ntilde;o de<br /> 59.845 afiliados, con las citadas elecciones de 1977, donde el PSOE fue el segundo<br /> partido m&aacute;s votado con 118 diputados, el 29% de apoyo electoral con una afiliaci&oacute;n de<br /> 51.500 afiliados, para anticipar que la continuidad hist&oacute;rica del partido obrero en<br /> cuanto a estructura y funcionamiento y las redes de memoria establecidas y<br /> mantenidas en las condiciones m&aacute;s adversas durante cuatro d&eacute;cadas hab&iacute;an ejercido<br /> una poderosa influencia en el resultado salido de las urnas.</p> <p>2. Situaci&oacute;n del PSOE al acabar la guerra civil y durante el exilio</p> <p>4<br /> Hasta 1918, momento en que Pablo Iglesias cae gravemente enfermo, las<br /> organizaciones socialistas, Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol y Uni&oacute;n General de<br /> Trabajadores, estuvieron marcadas por el liderazgo de su fundador. A partir de este<br /> momento, 1918 y, sobre todo, a ra&iacute;z de la primera escisi&oacute;n en el seno del PSOE en<br /> 1921, el partido y el sindicato qued&oacute; en manos de los que ser&iacute;an los grandes<br /> protagonistas de las pol&iacute;ticas socialistas durante la II Rep&uacute;blica, la guerra civil y el<br /> exilio, a excepci&oacute;n de Juan Negr&iacute;n: Francisco Largo Caballero, Juli&aacute;n Besteiro, Indalecio<br /> Prieto, y Andr&eacute;s Saborit. De esta manera Indalecio Prieto se har&iacute;a cargo del Grupo<br /> Parlamentario, Juli&aacute;n Besteiro del PSOE, Francisco Largo Caballero de la UGT y Andr&eacute;s<br /> Saborit de la direcci&oacute;n del peri&oacute;dico El Socialista.<br /> Aunque fueron bastantes los cismas y desencuentros que estos protagonistas y<br /> sus corrientes tuvieron durante la dictadura de Primo de Rivera y los primeros a&ntilde;os de<br /> la Rep&uacute;blica, no es hasta mediados o finales de la guerra civil cuando aparecer&aacute; el<br /> germen de una nueva escisi&oacute;n en el seno del Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol.<br /> Como es bien sabido, el gobierno Radical-Cedista salido de las elecciones de<br /> noviembre de 1933, supuso una nueva uni&oacute;n entre las fuerzas de izquierdas y<br /> republicanas. A trav&eacute;s de la coalici&oacute;n del Frente Popular, en las siguientes elecciones<br /> de febrero de 1936, recuperaron la presidencia del gobierno, uni&oacute;n que se mantuvo<br /> hasta que se produjo el levantamiento militar de julio de ese mismo a&ntilde;o. Despu&eacute;s de<br /> un gobierno ef&iacute;mero de Francisco Giral al comienzo de la guerra civil, Largo Caballero<br /> fue elegido presidente del Gobierno y ministro de la Guerra en septiembre de 1936,<br /> formando un gobierno en el que estuvieron representadas todas las organizaciones del<br /> Frente Popular y al que en noviembre se incorporaron cuatro ministros de la<br /> Confederaci&oacute;n Nacional del Trabajo.<br /> Apenas ocho meses despu&eacute;s, en mayo de 1937, se produjo la ca&iacute;da del<br /> gobierno de Largo Caballero por dos motivos principalmente. Por un lado, la presi&oacute;n<br /> que la influencia sovi&eacute;tica ejerc&iacute;a sobre este gobierno a trav&eacute;s del PCE y por otro, la<br /> retirada de la confianza al presidente del gobierno que el sector prietista realiz&oacute; dentro<br /> del propio PSOE (Gabriel, 2011). Esto supuso el nombramiento de tres socialistas<br /> dentro del nuevo gobierno: Juan Negr&iacute;n como presidente, e Indalecio Prieto y<br /> Anastasio de Gracia como ministros.</p> <p>5<br /> Tras esta disoluci&oacute;n la reacci&oacute;n del sector caballerista fue movilizar a las<br /> Federaciones Provinciales del PSOE, para mostrar su desacuerdo con la disoluci&oacute;n del<br /> gobierno, y pedir una reuni&oacute;n urgente con la Comisi&oacute;n Ejecutiva del partido. La CE hizo<br /> o&iacute;dos sordos a la demanda de reuni&oacute;n de las Federaciones Provinciales Socialistas (FPS)<br /> encabezadas por las Federaciones de Valencia y Ja&eacute;n. Ante esta situaci&oacute;n, las<br /> Federaciones Provinciales subieron el grado de presi&oacute;n a la Comisi&oacute;n Ejecutiva del<br /> partido pidiendo una reorganizaci&oacute;n de la direcci&oacute;n y un Congreso extraordinario a<br /> nivel provincial y federal (Memoria FPS, 1937). Esta situaci&oacute;n acab&oacute; con las<br /> destituciones de las Comisiones Ejecutivas y el nombramiento de nuevas Ejecutivas en<br /> las Federaciones de Valencia y Ja&eacute;n 3 .<br /> Del mismo modo, tanto en el Grupo Parlamentario Socialista (GPS) como en la<br /> Uni&oacute;n General de Trabajadores se produjeron sendas destituciones y nuevos<br /> nombramientos. As&iacute;, en septiembre de 1937, en el GPS se sustituy&oacute; a su presidente,<br /> Francisco Largo Caballero, su vicepresidente, Enrique de Francisco y su secretario,<br /> Rodolfo Llopis por Ram&oacute;n Gonz&aacute;lez Pe&ntilde;a, Jos&eacute; Prat y Ram&oacute;n Lamoneda, que ya era<br /> secretario del PSOE, respectivamente. El 1 de octubre de ese mismo a&ntilde;o, el Comit&eacute;<br /> Nacional de la UGT destituy&oacute; a la Comisi&oacute;n Ejecutiva presidida por Largo Caballero<br /> eligiendo una nueva encabezada por Ram&oacute;n Gonz&aacute;lez Pe&ntilde;a.<br /> Llegados a este punto, nos encontramos a Juan Negr&iacute;n presidiendo el gobierno<br /> de la II Rep&uacute;blica con Indalecio Prieto como ministro de Defensa, y a Ram&oacute;n Lamoneda<br /> y Gonz&aacute;lez Pe&ntilde;a controlando las Ejecutivas del PSOE y la UGT respectivamente, ambos<br /> afines a Negr&iacute;n. Los caballeristas, prietistas y besteristas quedaron desplazados de los<br /> grupos de direcci&oacute;n, provocando que estos &uacute;ltimos no reconocieran a las Comisiones<br /> Ejecutivas vigentes en ese momento.<br /> Como era de esperar, en abril de 1938 le toc&oacute; el turno a Indalecio Prieto. El mes<br /> de marzo anterior el Partido Comunista hab&iacute;a desatado &ldquo;una virulenta campa&ntilde;a<br /> dirigida contra Prieto&rdquo; (Graham, 2005) que provoc&oacute; su salida del Ministerio de Defensa<br /> en la remodelaci&oacute;n ministerial que realiz&oacute; Negr&iacute;n el 6 de abril.</p> <p>3 Memoria de actuaci&oacute;n de las Federaciones Provinciales Socialistas, Valencia, Editorial Meabe, 1937</p> <p>6<br /> La guerra civil se hab&iacute;a llevado por delante a dos de los tres dirigentes<br /> socialistas -Largo Caballero y Prieto- que se hicieron cargo de la UGT y el PSOE despu&eacute;s<br /> del fallecimiento de Pablo Iglesias en diciembre de 1925. El tercero, Besteiro, por el<br /> contrario, volvi&oacute; a tener protagonismo en los meses finales de la guerra civil.<br /> El socialismo espa&ntilde;ol sali&oacute; profundamente dividido de la guerra civil. La salida<br /> de Largo Caballero de la presidencia del gobierno en mayo de 1937 produjo una<br /> fractura en el socialismo que se materializ&oacute; en la direcci&oacute;n de la UGT, y la crisis de<br /> gobierno que Negr&iacute;n plante&oacute; en abril de 1938, con la destituci&oacute;n de Prieto como<br /> ministro de Defensa, no hizo sino acrecentar el malestar y la divisi&oacute;n en las<br /> organizaciones territoriales del PSOE -las Federaciones Provinciales Socialistas- en la<br /> Espa&ntilde;a republicana.<br /> Para aquellos ejecutivos que consiguieron salir al exilio su destino fue Francia<br /> en primer lugar, 440.000 refugiados seg&uacute;n el &quot;informe Vali&egrave;re&quot;, y de ellos una parte no desde&ntilde;able, 50.000 (Bennassar, 2004) parti&oacute; hacia M&eacute;xico. Es Francia a<br /> partir del verano de 1944, tras la desocupaci&oacute;n alemana, donde se van a volver a<br /> formar las organizaciones socialistas PSOE y UGT con la duplicidad arrastrada del final<br /> de la guerra.<br /> A partir de 1945 hubo dos sectores o dos Ejecutivas del PSOE con sedes en<br /> diferentes localidades del pa&iacute;s galo. Por un lado, estaba la Ejecutiva dirigida por<br /> Rodolfo Llopis que aglutinaba a las tres corrientes que se formaron tras la muerte de<br /> Pablo Iglesias: caballeristas, prietistas y besteristas con sede en Toulouse; por otro,<br /> estaba la Ejecutiva dirigida por Ram&oacute;n Lamoneda que aglutinaba a la corriente surgida<br /> durante la guerra: negrinistas con sede en Par&iacute;s.<br /> Ambas ejecutivas tuvieron su &oacute;rgano de expresi&oacute;n y ambas asistieron a las<br /> Conferencias socialistas que se celebraron -Londres, marzo de 1945; Par&iacute;s, agosto de<br /> 1946; Zurich, junio de 1947 y Amberes, noviembre de 1947- como representantes de<br /> los dos sectores del PSOE, hasta que finalmente el Comit&eacute; de la Conferencia Socialista<br /> Internacional (COMISCO), dictamin&oacute; en febrero de 1948 que la representaci&oacute;n del<br /> socialismo espa&ntilde;ol en el COMISCO correspond&iacute;a al sector de Rodolfo Llopis (GILLESPIE,<br /> 1991).</p> <p>7<br /> La Comisi&oacute;n Ejecutiva del PSOE en Toulouse fue la representaci&oacute;n socialista<br /> espa&ntilde;ola en la Internacional Socialista reorganizada en Frankfurt (Alemania) en julio de<br /> 1951, y mantuvo la organizaci&oacute;n en el exterior y la representaci&oacute;n hasta la siguiente<br /> escisi&oacute;n en agosto 1972.</p> <p>3. Implantaci&oacute;n territorial del PSOE al producirse el golpe de Estado y resultados<br /> electorales hasta 1977</p> <p>Antes de llegar a la citada fecha de la &uacute;ltima escisi&oacute;n en el Partido Socialista<br /> Obrero Espa&ntilde;ol de 1972 y entrando en los datos que sostienen la tesis que da t&iacute;tulo a<br /> este art&iacute;culo, la memoria como factor determinante en los resultados electorales de<br /> 1977, conviene realizar un peque&ntilde;o recorrido sobre la implantaci&oacute;n territorial del<br /> partido hasta producirse el golpe de estado de julio de 1936.<br /> Los primeros datos de afiliaci&oacute;n al PSOE 4 los encontramos en 1916 con un total<br /> de 149 Agrupaciones Socialistas y 6.330 afiliados, con existencia de Agrupaciones en<br /> casi todo el territorio espa&ntilde;ol: Andaluc&iacute;a, Arag&oacute;n, Asturias, Baleares, Castilla la Nueva,<br /> Castilla la Vieja, Catalu&ntilde;a, Galicia, Extremadura, Levante, Vascongadas y Navarra;<br /> adem&aacute;s de tres Agrupaciones en el extranjero con 66 afiliados.<br /> En el a&ntilde;o siguiente, con el mismo n&uacute;mero de Agrupaciones, se dobla el n&uacute;mero<br /> de afiliados llegando a 12.275, manteni&eacute;ndose esta cifra pr&aacute;cticamente igual en 1920<br /> con 12.259 afiliados llegando a 261 Agrupaciones, y ampliando la implantaci&oacute;n<br /> territorial a las Islas Canarias. A partir de 1920, las fuerzas del Partido Obrero van a<br /> experimentar un retroceso en el n&uacute;mero de afiliados, que no en su implantaci&oacute;n<br /> territorial, llegando a su cifra m&aacute;s baja en el a&ntilde;o 1928 con un total de 5.226 afiliados<br /> distribuidos en 154 Agrupaciones.<br /> Las oscilaciones y el lento crecimiento del Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol<br /> responden a un desarrollo en un entorno muy desfavorecedor para el mismo. Adem&aacute;s</p> <p>4 Todos los datos sobre afiliaci&oacute;n al Partido Socialista Obrero espa&ntilde;ol est&aacute;n extra&iacute;dos a partir de los<br /> Anuarios estad&iacute;sticos de Espa&ntilde;a y las Memorias del PSOE presentadas a los Congresos y a las reuniones<br /> del Comit&eacute; Nacional que se reflejan en la bibliograf&iacute;a que acompa&ntilde;a a este art&iacute;culo.</p> <p>8<br /> de hacer frente a las pocas posibilidades que las leyes del momento ofrec&iacute;an, tuvo que<br /> luchar en el terreno pol&iacute;tico con los partidos republicanos y, en el terreno sindical con<br /> las organizaciones anarquistas que censuraban sus m&eacute;todos de organizaci&oacute;n y de<br /> lucha. Hay que tener en cuenta, como justificaci&oacute;n a ese decrecimiento en la afiliaci&oacute;n<br /> que, en este periodo al que nos referimos, se produce la escisi&oacute;n comunista de 1921 y<br /> da comienzo, en 1923, la dictadura de Primo de Rivera que durar&aacute; hasta el nacimiento<br /> de la II Rep&uacute;blica en 1931.<br /> Siguiendo los postulados establecidos de Modelos de partido (Panebianco,<br /> 1990), puede afirmarse que el PSOE fue un partido constituido por penetraci&oacute;n<br /> territorial de legitimaci&oacute;n interna. Esto es, desde un n&uacute;cleo central se extendi&oacute; hacia la<br /> periferia sin que ninguna instituci&oacute;n externa patrocinara su nacimiento. Este lento<br /> desarrollo, pero firme en lo organizativo y en lo moral, propici&oacute; que, al caer la<br /> dictadura de Primo de Rivera, el PSOE fuera el partido mejor organizado y con mayor<br /> implantaci&oacute;n en toda Espa&ntilde;a (Mart&iacute;n, 2000).<br /> Durante estos a&ntilde;os, consigui&oacute; llevar a las Cortes por primera vez un diputado<br /> socialista, Pablo Iglesias Posse, con un sufragio de 40.599 votos en la Elecciones<br /> Legislativas de marzo de 1914. En las elecciones de febrero de 1918 cosech&oacute; un apoyo<br /> de 138.925 votos, llevando al parlamento una minor&iacute;a socialista de 6 diputados. Este<br /> hito en la historia del socialismo espa&ntilde;ol tiene su origen en la oposici&oacute;n a la<br /> Restauraci&oacute;n mon&aacute;rquica que se ejerci&oacute; a trav&eacute;s de la Huelga General de agosto de<br /> 1917. En las elecciones de abril de 1923, con muchos menos votos 37.047, se ampli&oacute;<br /> esa minor&iacute;a socialista a 7 diputados de 406 que formaban el hemiciclo. Este hecho s&oacute;lo<br /> se puede entender porque, como se dec&iacute;a anteriormente, era el partido con mayor<br /> implantaci&oacute;n del pa&iacute;s.<br /> Sin lugar a duda, es en los momentos previos a la II Rep&uacute;blica y durante el<br /> desarrollo de esta cuando el PSOE obtiene el mayor impulso como organizaci&oacute;n y el<br /> mayor apoyo electoral. Si en junio de 1930 se contaban 7.859 afiliados a las distintas<br /> Agrupaciones, en 1931 ascendi&oacute; a 25.000 afiliados, llegando a la cifra de 1.453<br /> Agrupaciones y 85.895 afiliados a finales del a&ntilde;o 1933. Por otro lado, en el plano<br /> electoral, pas&oacute; de ser la minor&iacute;a socialista con 7 diputados, a convertirse en el Grupo</p> <p>9<br /> Parlamentario m&aacute;s numeroso de la C&aacute;mara con 116 diputados y 1.989.088 votos en las<br /> Elecciones Legislativas de junio de 1931.<br /> En las &uacute;ltimas elecciones democr&aacute;ticas que se produjeron en Espa&ntilde;a antes de la<br /> dictadura franquista en febrero de 1936, el PSOE sigui&oacute; siendo el Grupo Parlamentario<br /> m&aacute;s numeroso de la C&aacute;mara con 99 diputados y 3.912.555 apoyos electorales. Poco<br /> antes de producirse la sublevaci&oacute;n militar de julio de 1936, el Partido Socialista Obrero<br /> Espa&ntilde;ol contaba con 59.845 afiliados.<br /> Tras la guerra civil, el socialismo espa&ntilde;ol tard&oacute; unos a&ntilde;os en reorganizarse. Fue<br /> en Madrid donde, desde 1944 a 1953, se constituyeron siete Comisiones Ejecutivas del<br /> PSOE en el interior que sufrieron desarticulaciones totales o parciales sucesivamente.<br /> En 1945, momento del punto &aacute;lgido de la reorganizaci&oacute;n del socialismo en la<br /> clandestinidad, en Madrid, los informes policiales estimaban en 1.500 los militantes<br /> socialistas organizados en torno a grupos de barrio o grupos profesionales. Militantes<br /> que se reun&iacute;an, cotizaban y recib&iacute;an propaganda: El Socialista, Renovaci&oacute;n y UGT<br /> (G&oacute;mez, 2021).<br /> En la detenci&oacute;n de la &uacute;ltima Ejecutiva el 20 de febrero de 1953 se produjo la<br /> muerte del presidente de la misma, Tom&aacute;s Centeno. Este suceso influy&oacute; decisivamente<br /> en el desarrollo posterior de la organizaci&oacute;n socialista en el interior. La Comisi&oacute;n<br /> Ejecutiva en el exilio y las Federaciones del interior decidieron que hab&iacute;a que descartar<br /> el sistema de direcci&oacute;n seguido hasta entonces y no nombrar una nueva Ejecutiva en el<br /> interior (Mart&iacute;n L., 2022). Aun as&iacute;, la organizaci&oacute;n clandestina sigui&oacute; viva en diversos<br /> puntos de la geograf&iacute;a espa&ntilde;ola: Euskadi, Andaluc&iacute;a, Asturias y Madrid fueron los<br /> lugares donde aparecieron los socialistas que determinar&iacute;an la renovaci&oacute;n que se<br /> producir&iacute;a a&ntilde;os despu&eacute;s.<br /> Durante este periodo, 1944-1972, se celebraron once Congresos en el exilio<br /> siendo elegido en todos ellos secretario general Rodolfo Llopis Ferr&aacute;ndiz.<br /> Posteriormente, se celebraron otros dos con la escisi&oacute;n ya producida. En el I Congreso<br /> en el exilio, en septiembre de 1944, estuvieron representadas 35 entidades pasando a<br /> 246 entidades representadas y 412 delegados asistentes en siguiente, celebrado en<br /> mayo de 1946. La representaci&oacute;n de entidades y la asistencia de delegados en estos</p> <p>10<br /> trece congresos oscil&oacute; de 35 a 246 entidades y de 178 a 412 delegados, dependiendo<br /> del a&ntilde;o (Mart&iacute;n, 2009).<br /> A finales de la d&eacute;cada de los a&ntilde;os sesenta se va a fraguar el nuevo germen que<br /> provocar&aacute; la tercera escisi&oacute;n en el Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol, que esta vez<br /> tendr&aacute; como elemento clave si la Comisi&oacute;n Ejecutiva deb&iacute;a pasar del exterior al<br /> interior. La emigraci&oacute;n econ&oacute;mica que se produjo durante este periodo, provocando la<br /> salida de Espa&ntilde;a de miles de j&oacute;venes en busca de trabajo, y la existencia de una nueva<br /> generaci&oacute;n de socialistas en el interior y en el exilio -que no hab&iacute;an vivido ni<br /> participado en la guerra civil- provoc&oacute; un distanciamiento ideol&oacute;gico y generacional<br /> sobre qui&eacute;n deb&iacute;a dirigir la acci&oacute;n del Partido.<br /> Las convivencias veraniegas organizadas por las Juventudes Socialistas en el sur<br /> de Francia, que permitieron el contacto entre j&oacute;venes socialistas del exilio y del<br /> interior, el rejuvenecimiento en las organizaciones socialistas clandestinas en el<br /> interior y la aparici&oacute;n de Agrupaciones Socialistas en otros pa&iacute;ses ligadas a la<br /> emigraci&oacute;n econ&oacute;mica, provocaron que la tendencia fuera muy proclive al paso de la<br /> direcci&oacute;n al interior. El secretario general se neg&oacute; a convocar el XII Congreso en el<br /> exilio, tal y como estaba previsto para agosto de 1972, por miedo a que la direcci&oacute;n del<br /> PSOE pasara a manos del interior, hecho que ya se hab&iacute;a producido en la UGT tras el<br /> Congreso celebrado un a&ntilde;o antes en 1971 (Mart&iacute;nez, 1991).<br /> A partir de este momento se formaron dos grupos: los partidarios de seguir los<br /> acuerdos tomados y celebrar el Congreso y aquellos leales al secretario general que<br /> intentaron que este no se celebrara. Finalmente, el XII Congreso del PSOE se celebr&oacute;<br /> en tiempo y forma, sin las agrupaciones ni los delegados afines a Llopis, produci&eacute;ndose<br /> una nueva escisi&oacute;n. De este Congreso sali&oacute; una direcci&oacute;n colegiada, sin secretario<br /> general, formada por 5 miembros del exterior y 10 del interior. Este proceso renovador<br /> acab&oacute; de culminarse durante el a&ntilde;o 1974. En enero y marzo de ese a&ntilde;o, la<br /> Internacional Socialista reconoci&oacute; como v&aacute;lido el XII Congreso y reconoci&oacute; a la<br /> direcci&oacute;n elegida como la representaci&oacute;n del socialismo espa&ntilde;ol en la Internacional 5 .<br /> En el momento de celebrarse el XII Congreso del PSOE en el exilio en octubre de 1974,</p> <p>5 Memoria de gesti&oacute;n de la C.E. Cap&iacute;tulo Relaciones Internacionales.</p> <p>11<br /> el partido contaba con 1.049 afiliados del exterior y 2.548 del interior 6 . Tras el citado<br /> Congreso celebrado en la ciudad de Suresnes sali&oacute; elegido Primer secretario Felipe<br /> Gonz&aacute;lez M&aacute;rquez, poni&eacute;ndose fin a este proceso de escisi&oacute;n abierto dos a&ntilde;os antes.</p> <p>4. Conclusiones</p> <p>En el presente texto, demostramos de qu&eacute; forma distintos elementos de<br /> continuidad hist&oacute;rica conformaron una cultura que convirti&oacute; la memoria y el recuerdo<br /> de la guerra, la represi&oacute;n y el exilio como un motor de reconocimiento p&uacute;blico y<br /> fidelidad electoral hacia el significado de las siglas del Partido Socialista Obrero<br /> Espa&ntilde;ol.<br /> Es por esto que, a pesar del descenso de la presencia real durante la dictadura,<br /> la existencia de esa cultura de organizaci&oacute;n y de partido, hizo que se extendiese la idea<br /> de que el partido estaba tan fuerte y presente como siempre, que era una idea tan<br /> v&aacute;lida como lo hab&iacute;a sido en el pasado. El motor como recuerdo, como dice Timothy<br /> Garton Ash, y la historia como garant&iacute;a.<br /> Esos elementos de continuidad hist&oacute;rica son: la estructura territorial y la<br /> implantaci&oacute;n territorial que el PSOE ten&iacute;a por todo el pa&iacute;s desde los a&ntilde;os veinte, un<br /> n&uacute;mero muy alto de afiliados, una presencia institucional permanente durante tres<br /> d&eacute;cadas solo truncada por la dictadura, la pervivencia de los viejos l&iacute;deres y de su<br /> legado y testimonio, la continuidad ofrecida por una nueva generaci&oacute;n que se<br /> declaraba sucesora y relevo de la generaci&oacute;n de la guerra y el exilio y, por &uacute;ltimo, la<br /> existencia, en paralelo, de una estructura sindical hermana, la UGT, que contribu&iacute;a a<br /> reforzar el sentimiento de conexi&oacute;n con la &uacute;ltima experiencia democr&aacute;tica que el pa&iacute;s<br /> hab&iacute;a conocido. Porque de eso se trataba, para terminar: la historia, la cultura y la<br /> memoria suministraron la posibilidad de recordar a un importante n&uacute;mero de<br /> ciudadanos la hoja de servicios efectuada por un viejo partido que se mostraba<br /> dispuesto, de nuevo, a presentar credenciales para continuar con la consolidaci&oacute;n, por<br /> fin y de una vez, de la democracia en Espa&ntilde;a.<br /> 6 Archivo Carmen Garc&iacute;a Bloise (FPI-ACGB-1014-14)</p> <p>12</p> <p>BIBLIOGRAF&Iacute;A<br /> Gabriel, Pere (2011): Historia de la UGT (Vol. 4): un sindicalismo de guerra<br /> 1936-1939, Madrid, Siglo XXI.<br /> Garton Ash, Timothy (2023): Europa, una historia personal, Madrid, Taurus.<br /> Gillespie, Richard (1991): Historia del Partido Socialista Obrero Espa&ntilde;ol, Madrid,<br /> Alianza Editorial.<br /> Graham, Helen, (2005): El PSOE en la Guerra Civil: poder, crisis y derrota (1936-<br /> 1939), Barcelona, Debate.<br /> G&oacute;mez Bravo, Gutmaro (2021): Hombres sin nombre: la reconstrucci&oacute;n del<br /> socialismo en la clandestinidad (1939-1970), Madrid, C&aacute;tedra.<br /> Juli&aacute; D&iacute;az, Santos (1986a): El Socialismo en Espa&ntilde;a: Desde la fundaci&oacute;n del PSOE<br /> hasta 1975, Madrid, Editorial Pablo Iglesias y (1997b): Los socialistas en la pol&iacute;tica<br /> espa&ntilde;ola, 1879-1982. Madrid, Taurus.<br /> Luena L&oacute;pez y S&aacute;nchez Ill&aacute;n (2023): La fuerza de la Socialdemocracia. Jos&eacute;<br /> Mar&iacute;a Maravall, biograf&iacute;a de un pol&iacute;tico e intelectual reformista, Valencia, Tirant.<br /> Mart&iacute;nez Cobo, Jos&eacute; y Mart&iacute;nez Cobo, Carlos (1989-1991a): Intrahistoria del<br /> PSOE. Vol. I-IV, Barcelona, Plaza &amp; Janes y (2023b): El reto&ntilde;ar del f&eacute;nix. 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